sábado, 15 de enero de 2011

Más de 15.000 personas acudirán el fin de semana al Festival Hip Hop en Vícar


La coordinadora del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) en Almería, Anabel Mateos, presentó ayer el festival Hip Hop Street 2011, que anualmente organiza el ayuntamiento de Vícar y con el que este organismo colabora desde su primera edición. La cita tendrá lugar a lo largo de la jornada del próximo sábado, 15 de enero, en distintos espacios de este mismo municipio.

Este año, las previsiones apuntan que más de 15.000 participantes asistirán a este evento que celebra su séptima edición y que tiene como objetivo proporcionar a los jóvenes una jornada de actividades y concursos que giran en torno a distintas disciplinas artísticas vinculadas a la denominada cultura urbana.

En concreto, la programación del Hip Hop Street 2011, que se desarrollará en diferentes localizaciones del municipio, dará comienzo con la celebración del campeonato Skate. Tras esta actividad tendrán lugar los concursos de Graffiti y Breakdance, a los que seguirá una batalla de Freestyle.

Asimismo, a partir de las 19:00 horas se celebrarán varios conciertos en la plaza Anfiteatro de la Gangosa en los que actuarán los grupos Arkano y Escalera de Color.

Además, como en ediciones anteriores del certamen, el ayuntamiento vicario facilitará el transporte a los jóvenes que tengan que desplazarse desde Almería al municipio, con un servicio de autobuses que partirán desde la Estación Intermodal hacia Vícar desde las 11:00 hasta las 17:00 horas y que regresarán a la capital a las 23:00 y 01:30 horas, respectivamente.

Por otro lado, habrá también autobuses lanzaderas entre los dos principales núcleos de población del municipio: La Gangosa y La Puebla, que funcionarán de forma ininterrumpida de 16:00 a 22:00 horas.

La localidad de Vícar cuenta desde 2008 con el distintivo de Municipio Joven, con el que la Junta de Andalucía viene reconociendo a todos aquellos ayuntamientos que desarrollan políticas específicas para el colectivo joven.

Dispone, también, de Centro de Información Juvenil, un servicio donde los jóvenes pueden obtener asesoramiento sobre un amplio abanico de temas.

lunes, 10 de enero de 2011

LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

Se denomina obsolescencia planificada (también conocida como obsolescencia programada) a la determinación, planificación o programación del fin de la vida útil de un producto o servicio de modo que este se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible tras un período de tiempo calculado de antemano, por el fabricante o empresa de servicios, durante la fase de diseño de dicho producto o servicio. La obsolescencia planificada tiene un potencial considerable y cuantificable para beneficiar al fabricante dado que el producto va a fallar en algún momento, obligando al consumidor a que adquiera otro producto nuevamente, ya sea del mismo productor (mediante la adquisición de una parte para reemplazar y arreglar el viejo producto o mediante la compra de un modelo del mismo más nuevo), o de un competidor, factor decisivo que también se prevé en el proceso de obsolescencia planificada.

Para la industria, la obsolescencia planificada estimula positivamente la demanda al alentar a los consumidores a comprar de forma artificialmente acelerada nuevos productos si desean seguir utilizándolos. La obsolescencia planificada se utiliza en una alta diversidad de productos. Existe el riesgo de una reacción adversa por parte de los consumidores al descubrir que el fabricante invirtió en diseñar que su producto se volviese obsoleto más rápidamente, haciendo que sus consumidores cambien a la competencia, basando su elección en la durabilidad y calidad del producto.

La obsolescencia planificada fue desarrollada por primera vez entre 1920 y 1930, momento en el que la producción en masa empieza a forjar un nuevo modelo de mercado en el cual el análisis detallado de cada parte del mismo pasa a ser un factor fundamental para lograr su éxito.

La elección de fabricar productos que se vuelvan obsoletos de manera premeditada puede influir enormemente en la decisión de cierta empresa sobre su arquitectura interna de producción. Así, la compañía tiene que sopesar si utilizar componentes tecnológicos más baratos satisface o no la proyección de vida útil que estén interesados en darle a sus productos. Estas decisiones forman parte de una disciplina conocida como ingeniería del valor.

El empleo de la obsolescencia planificada no siempre es tan fácil de determinar, y se complica aún más al entrever otros factores relacionados como pueden ser la constante competencia tecnológica o la sobrecarga de funciones que si bien pueden expandir las posibilidades de uso del producto en cuestión también pueden hacerlo fracasar rotundamente.

Comprar, tirar, comprar