viernes, 10 de septiembre de 2010

Celebran un juicio en jaen en plena calle, porque un discapacitado no puede acceder al juzgado

Coches mal aparcados en la Audiencia Provincial impedían el acceso en silla de ruedas a un joven

El tribunal del juzgado de Primera Instancia número 6 de Jaén, dedicado a asuntos de Familia, se tuvo que constituir en la calle. El magistrado José Antonio Lucini debía valorar si el joven de 19 años Álvaro Alcalde Gutiérrez, que sufre una parálisis cerebral severa que le paraliza todo el cuerpo, debe o no ser declarado incapaz, para que sus padres ejerzan la tutela de sus derechos. Sin embargo, Álvaro no pudo entrar al Palacio de Justicia de la calle Arquitecto Berges. Coches de trabajadores de la administración de Justicia mal aparcados se lo impidieron. Y tuvo que ser el juez quien bajara a la calle.
La Junta de Andalucía, titular del inmueble, asegura que se trata de un edificio «adaptado». El acceso por la puerta principal para un discapacitado es imposible, pues hay dos tramos de escaleras. Pero hay otro acceso, por el patio, en el que se ha habilitado una rampa. Una vez dentro del edificio por esta puerta hay planta llana hasta el ascensor, así que entrando por ahí se puede llegar a todas las salas de vistas del Palacio. Sin embargo, el miércoles la familia Alcalde se encontró con un obstáculo tras otro, de forma que fue imposible llegar al juzgado.
Carrera de obstáculos
Antonio Alcalde y su hijo tenían cita a las 12,45 con el juez. Veinte minutos antes llegaron a la calle Arquitecto Berges con un coche adaptado. El primer obstáculo fue que la zona de aparcamientos reservada en el acceso principal estaba ocupada por completo. Los guardias civiles que hacen puerta lograron despejar el acceso para que pudiera estacionar el vehículo del discapacitado. Finalmente lo lograron. Y Álvaro pudo pasar al patio de la Audiencia, camino de la rampa. Pero había coches de funcionarios mal aparcados que bloqueaban el acceso a la rampa. Tan sencillo como que no cabía una silla de ruedas en el hueco que habían dejado. «Había que mover todos los coches aparcados en el patio para desbloquearlo», han llegado a decir fuentes de los juzgados consultadas ayer. Así que la única opción viable fue que si Álvaro no podía bajar al tribunal, que fuese el tribunal quien bajase hasta Álvaro.
El juez Lucini, el secretario judicial y un funcionario bajaron a la calle y procedieron a la valoración de incapacidad del joven. «El tribunal se puede constituir en cualquier lugar de la cuidad de Jaén, no sólo en el juzgado. Es algo que está previsto en las leyes. Y lo hizo con todos los requisitos para hacer la valoración», han dicho las fuentes judiciales consultadas.
Derechos
Antonio Alcalde, padre de Álvaro, ha lamentado que «aún en un edificio adaptado, no se respeten las rampas para discapacitados. Mucho reservar sitio para que aparquen los jueces y los funcionarios, pero no se tiene cuidado que se respeten los derechos de los discapacitados. Digo yo que mi hijo no será el único que tenga que ir a los juzgados».
Alcalde protesta porque lo de ayer no es un episodio aislado: «Nos pasa continuamente. Las zonas de paso y aparcamiento para discapacitados no se respetan, no hay conciencia para eso. Tenemos una plaza de discapacitado junto a la casa. A mí me han llegado a dejar notas diciéndome que ya les gustaría a ellos tener aparcamiento reservado en la puerta de casa. No es un lujo. Es un derecho».
La familia se ha puesto en contacto con la federación de discapacitados Fejidif para que se tomen las medidas oportunas y las quejas lleguen a las instancias competentes. Tras el mal trago, la familia quiere «que no vuelva a ocurrir con otra persona».

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